Mis memorias del puerto de Montevideo 1992 la ley de puertos

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El 3 de abril de 1992 fue promulgada la Ley 16.246, “Ley de Puertos”, que alteró para bien y de manera radical toda la operativa portuaria del país. Obviamente, el Puerto de Montevideo fue el principal destinatario de esta norma legal. Puede afirmarse sin temor a error que ha sido el cambio más significativo que vivió el puerto desde su refundación en 1909. La ley se vertebró alrededor de tres lineamientos directrices. El primero fue la declaración de “Puerto Libre”, lo que significa la libre circulación de las mercaderías dentro del recinto portuario, sin la imposición de cargas tributarias o aduaneras mientras no salga del puerto. El segundo fue la definición de roles: la Administración Nacional de Puertos se encargaría de administrar, conservar y desarrollar el Puerto de Montevideo, pero toda la operativa portuaria sería tercerizada. El último determinó que el puerto operaría 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, si la demanda de servicios lo imponía. Junto con la promulgación de la ley se inició una importante obra de infraestructura. Toda la superficie de muelles y explanadas fue levantada y sustituida por un suelo firme, capaz de soportar el peso de nuevas grúas, camiones y contenedores. También se cambió el trazado de las líneas férreas, acercando más el ferrocarril al pie del muelle. Por otra parte, se demolieron viejos depósitos obsoletos para crear explanadas de servicio. De manera súbita, el Puerto de Montevideo se transformó en una gran planta industrial. Las superficies dejadas por los depósitos fueron rápidamente empleadas para operaciones de consolidado de cargas o depósito de mercaderías en tránsito. Se trazaron nuevas vías de circulación que dieron agilidad al movimiento de vehículos y cargas, y se prohibió la estadía en el recinto portuario de personas que no estuvieran directamente relacionadas con la operativa. Con estas medidas, se terminó el Puerto de Montevideo como lugar de paseo. Pocos años después (2002), con la implantación de las normas internacionales PBIP, exigidas por EEUU tras los atentados del 11 de setiembre de 2011 para los buques con destino a puertos estadounidenses, la posibilidad de pasear por el recinto portuario recibió su acta de defunción. Desde entonces, el Puerto se alejó totalmente de la población.

Extracto de “Pisando Adoquines”, autor Francisco Valiñas, contenido en “Veinte miradas al paisaje cultural de la ciudad portuaria de Montevideo”, estudio conjunto de la Universidad Católica del Uruguay y la Universidad Complutense de Madrid.

C/N (R) Francisco Valiñas

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