Los yates de los oligarcas allegados a Vladimir Putin se quedan sin puertos

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Noruega no le vende combustible; Gibraltar retuvo un barco. Desde las primeras sanciones de Occidente a Rusia, los bienes de los oligarcas allegados a Vladimir Putin están en la mira de muchos países. Y entre esas propiedades destacan lujosos yates, a los que se les están cerrado los puertos.Uno de esos yates está en estos días en Noruega, otro fue tenido en Gibraltar y dos acaban de llegar a Turquía. Inmovilizado en el Ártico, el lujoso yate Ragnar no encuentra quien le venda combustible. El imponente navío destaca en el puerto de Narvik, pequeña ciudad en el norte de Noruega. Con su proa invertida, su plataforma para helicópteros y, como las matrioskas, otro gran buque instalado en su parte trasera, su estilizada silueta gris contrasta con los buques mercantes cargados de minerales. Sus 68 metros de eslora albergan infinidad de juguetes: un vehículo anfibio, motos acuáticas, robots submarinos, motos de nieve, un tobogán gigante o un pub inglés. Pero lo que más ha llamado la atención de los lugareños es la identidad del propietario, Vladimir Strzhalkovsky. Adinerado tras un lucrativo paso por la dirección del gigante minero Norilsk Nickel, este empresario de 67 años compartió con Putin servicio para la KGB en San Petersburgo, cuando todavía se llamaba Leningrado. Aunque no figura en la lista de rusos blanco de las sanciones europeas tras la invasión de Ucrania, su pr oximidad con el jefe del Kremlin genera rechazo. Así que cuando el Ragnar tenía que hacer escala y llenar el depósito el 15 de febrero en Narvik, nadie le quiso vender carburante.

“No tengo simpatías por la conducta de los rusos en Ucrania. ¿Por qué deberíamos ayudarles?”, dijo Sven Holmlund, director de uno de los suministradores locales. “Que remen hasta su casa. O que icen las velas”, exclamó en declaraciones a la televisión noruega NRK.

Incapaz de volver a su puerto en Malta, el yate lleva amarrado ya cinco semanas. Desde allí ha visto pasar los buques de guerra de la OTAN que participan en las grandes maniobras militares del ejercicio Cold Response 2022 en Noruega. Esta semana ha compartido pontón con el portaviones italiano Giuseppe Garibaldi. Según la web Superyacht fan, el Ragnar fue puesto en venta en 2021 por 76,4 millones de dólares. Pero nada indica que haya cambiado de manos. El asunto incomoda a las autoridades noruegas, que se han alineado con casi todas las sanciones adoptadas por sus vecinos de la Unión Europea, pero suelen dudar a la hora de irritar a su poderoso vecino ruso. Está fuera de la mesa un hipotético embargo del yate, como han hecho Francia, Italia o España con otros oligarcas, dado que Strzhalkovsky no figura en la lista negra de sancionados. Aunque no ha querido instar abiertamente a los proveedores a cambiar de postura, el ministro noruego de Pesca, Bjørnar Skjæran, parece enviar señales en esta dirección. “Todos podemos estar de acuerdo en el hecho de que lo mejor hoy sería que el yate pudiera seguir su ruta”, dijo a NRK. Según la cadena, un suministrador decidió finalmente vender 300.000 litros de diésel.

Anclado en Gibraltar

En tanto, el yate del magnate ruso Dimitri Pumpianski fue retenido en el enclave británico de Gibraltar tras ser denunciado por un banco de crédito, en función de las sanciones británicas impuestas por la guerra de Ucrania. El barco, bautizado “Axioma” y con bandera de Malta, era “objeto de una orden de retención por parte de un gran banco internacional en la Corte Suprema de Gibraltar”, indicó el gobierno de este pequeño enclave británico situado en el extremo sur de España. A pesar de las sanciones británicas contra numerosos magnates rusos, Gibraltar autorizó la entrada del barco en el puerto “en el interés de los acreedores con reclamaciones legítimas contra el navío”, añadieron las autoridades gibraltareñas, que no dieron más detalles sobre el caso.

En Turquía

Dos yates del multimillonario ruso Roman Abramovich atracaron en el suroeste de Turquía, país que no se ha unido a las sanciones occidentales impuestas contra Rusia. El “Eclipse”, un navío de lujo de 163 metros de eslora, con bandera de Bermudas, atracó ayer martes en el puerto de Marmaris. El “Eclipse” es el segundo yate más largo del mundo y llegó a Turquía después del “Solaris”, también perteneciente a Abramovich, de 140 metros de eslora, que fue filmado en Bodrum, un destino de vacaciones turco, una semana después de ser visto en un puerto de Montenegro, que no es parte de la Unión Europea. Un grupo de ucranianos se acercó al “Solaris” en un bote inflable para protestar por su presencia en el país. “No eres bienvenido aquí”, “No a la guerra en Ucrania”, “Vete, barco ruso, vete”, gritaron los manifestantes, con una bandera ucraniana en la mano. (AFP, EFE)  https://www.elpais.com.uy/

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