Uruguay tenía solo tres estaciones para medir sismos desplegados en el territorio. Si bien estos eventos no son de gran intensidad, se han registrado en el país 20 por año de baja intensidad. A partir de un préstamos de China, el Observatorio Geofísico del Uruguay obtuvo cinco sismógrafos más que van a permitir medir los movimientos que ocurran. La geóloga advirtió que dentro de 10 a 15 años “puede haber un riesgo de un evento de 6,3” y que la zona del litoral oeste es una de las que causa mayor preocupación. Además, hizo hincapié en la necesidad de inversión en más equipamiento y en mantenimiento de los mismos y afirmó que solo hay “cinco o seis personas que sabe mucho de geología” trabajando actualmente en el tema, aunque “lo han hecho gratis en los últimos años”.
Avances y carencias del estudio de sismos en Uruguay
Los sismómetros miden los movimientos del suelo. Tenemos 16 estaciones funcionando, una de ellas en la Antártida. Monitoreamos la actividad artificial y natural. La semana pasada monitoreamos la actividad en Pintadito, que hay actividad ahí artificial. Se precisas redes antisísmicas. Uruguay es de los más atrasados en redes sismológicas. Los datos instrumentales surgen a partir de 2013. Hoy no todos los sensores son de lo mejor, pero la idea es monitorear y tener todo el país controlado. Nos falta Canelones, que es complejo desde el punto de vista de la tectónica. Nos falta implementar en equipamiento de primer nivel y una estructura que nos permita procesar la información. Hicimos un cálculo y estudiamos la propalada de que ocurra un evento sísmico y eso generaría una complicación importante. Lo que tratamos de hacer es concientizar. Está latente el peligro. Cada vez nos acercamos a esos tiempos. En un período de 10 a 15 años puede haber un riesgo de un evento de 6,3. Hay que controlar el litoral oeste en frente al límite de Argentina que hay una estructura de fallas. Falta una estructura organizada de gente. Hoy tenemos cinco o seis personas que sabe mucho de geología que han trabajado gratis en los últimos años. Se necesitan recursos para reponer los equipamientos y financiar cargos. Eso es el ABC. Si hacemos la instalación, los tiempos no nos dan como estamos funcionando. Acá no hay cultura sísmica. Al estudiar las referencias históricas de eventos extraños, hay un montón deregistro en la prensa de la época. Estamos tratando de reflotar eso para que la gente tome conciencia de que el riesgo existe. El otro tema es la vulnerabilidad de las ciudades y la gente frente a un evento de este tipo. https://www.teledoce.com/
