La princesa Leonor inició este sábado una nueva etapa de su formación militar a bordo de la fragata Blas de Lezo, que ya navega rumbo al mar Mediterráneo. Apenas cinco meses después de completar una extensa travesía de cinco meses en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, la heredera al trono continúa su camino para convertirse en oficial de la Armada. Después de pasar un año en la Academia Militar de Zaragoza y cuatro meses en la Escuela Naval de Marín, Leonor encara ahora una misión más corta pero intensa: 19 días en un buque de guerra moderno, equipado con tecnología de última generación y destinado a misiones internacionales de alta complejidad. En esta nueva etapa, la princesa no solo pondrá en práctica sus conocimientos técnicos, sino que también asumirá responsabilidades de liderazgo como oficial de brigada, comandando un pequeño grupo de marineros y enfrentando decisiones bajo presión.

Un pequeño gran obstáculo: el mal de mar

Pero no todo ha sido fácil desde el primer momento. La princesa ha vuelto a sufrir los efectos de la cinetosis, el conocido mal de mar que causa mareos y náuseas, una dificultad que ya experimentó durante su viaje en el Elcano. A pesar de su experiencia previa, Leonor sigue adaptándose a las exigencias físicas de la vida en alta mar. Durante estos 19 días, la joven deberá sobrellevar estos síntomas mientras cumple con sus tareas y responsabilidades en el buque, que tiene previsto llegar a Gijón el próximo 3 de julio, donde concluirá esta etapa de entrenamiento. Posteriormente, Leonor se reencontrará con sus compañeros guardiamarinas en el Juan Sebastián Elcano para continuar su recorrido hacia Ferrol y Marín, donde finalizará su preparación naval.

Esta fase marca un paso más en la formación de la princesa hacia el trono, combinando aprendizaje, liderazgo y la superación de retos personales en uno de los ambientes más exigentes que existen: el mar.

Visión Marítima