El impacto del transporte marítimo en el Ártico. Una de las principales demandas que exige la iniciativa es un cambio inmediato de los combustibles pesados basados en el petróleo por combustibles destilados, como, por ejemplo, el gasóleo marino, o el paso a combustibles no fósiles y más limpios o formas alternativas de propulsión, como la eólica, con el fin de reducir las emisiones de carbono negro y gases de efecto invernadero de los buques.
La declaración también pide que se prohíba el uso de depuradores, que limpian las emisiones de combustibles fósiles de los tubos de escape de los buques, ya que las aguas residuales producidas en el proceso se vierten al mar contaminando aun más el oceáno.
Las emisiones de contaminantes climáticos de vida corta (CCVC), como el carbono negro, son potentes aceleradores del calentamiento global, ya que no solo absorben el calor de la atmósfera, sino que, además, al depositarse en el hielo ártico, aumentan su derretimiento, reducen su reflectividad y aceleran su calentamiento.
Actualmente se sabe que el Ártico se está calentando casi cuatro veces más rápido que el resto del mundo y que los puntos de inflexión de esta zona, como la pérdida del hielo marino durante la época estival, podrían alcanzarse en la próxima década, mucho antes de lo previsto.
Según recientes estudios, el hielo marino del Ártico se ha reducido drásticamente: en los últimos 17 años se han registrado las extensiones más bajas de hielo marino estival en el Ártico, y en el lado del Océano Pacífico, donde se encuentran los mares de Beaufort, Chukchi y Siberia Oriental, se ha registrado el pasado mes de septiembre la segunda extensión de hielo marino más baja de la que se tiene constancia.
Reducir urgentemente las emisiones de contaminantes climáticos de vida corta procedentes del transporte marítimo ayudaría a mitigar el ritmo del calentamiento global, algo fundamental para alcanzar los objetivos climáticos a corto y largo plazo.
«Con el Ártico sometido a una presión cada vez mayor por los efectos de la crisis climática, es esperanzador contar con tantos firmantes comprometidos en el apoyo a la Arctic Ocean Action», ha declarado Sian Prior, asesora principal de Clean Arctic Alliance.
«Ahora, los responsables políticos deben darse cuenta de que, a menos que reduzcamos drásticamente las emisiones, la región ártica será irreconocible, lo que tendrá profundas implicaciones para el resto del mundo. Lo que ocurre en el Ártico, no se queda en el Ártico».
A este respecto, Alexander Sánchez, de Alnitak, señala la utilidad de muchas especies marinas, como la tortuga boba (Caretta caretta) como indicador de los efectos del cambio climático: Puede ser difícil señalar una causa principal, pero en 2023 se ha producido un aumento repentino del número de nidos en el Mediterráneo español con respecto a años anteriores, así como la presencia poco común de un elevado número de tortugas pequeñas (>2kg) alrededor de las Islas Baleares.
Este fenómeno es debido al aumento de la temperatura, tanto en la superficie del mar como en las playas donde anidan estos reptiles marinos, mucho más sensibles a las variaciones climáticas que otras criaturas marinas como los cetáceos. Estos fenómenos, cada vez más habituales, son indicadores de lo que está sucediendo lejos del Ártico.
Carolina Manhusen Schwab, presidenta y cofundadora de la Fundación Ocean Born, ha manifestado que «nos complace firmar y apoyar la Arctic Ocean Action, pues lo que está ocurriendo en el Ártico debe ser una llamada de atención para que todos pongamos sobre la mesa lo que tenemos para salvar el corazón azul de nuestro planeta, así como a nosotros mismos.
Sabemos que para que sobreviva la vida en la tierra tal como la conocemos necesitamos un océano sano, y por eso estamos plenamente comprometidos a restaurarlo y protegerlo. La labor de Clean Arctic Alliance es una pieza clave en ese empeño».
bound4blue, organización española que desarrolla sistemas de propulsión asistidos por viento que permiten a armadores y navieras reducir el consumo de combustible de sus barcos, logrando así un tranporte marítimo más sostenible y económicamente eficiente, también se ha unido a la iniciativa.
Tal y como ha apuntado Cristina Aleixendri, cofundadora y directora de operaciones de la compañía, “unirnos a Arctic Ocean Action es una extensión natural de nuestro compromiso con unas prácticas marítimas más limpias y responsables.
Creemos que promoviendo una transición equitativa y tomando medidas urgentes para reducir el impacto de transporte marítimo en el Ártico, podemos salvaguardas no sólo su frágil ecosistema, sino también el futuro del transporte marítimo mundial”.
«Hay que poner fin al uso continuado de combustibles pesados derivados del petróleo mediante la instalación de depuradores que reduzcan la contaminación atmosférica. Ya que las aguas residuales producidas en este proceso se vierten al mar. Creando un problema de contaminación oceánica». Ha comentado por su parte Eelco Leemans, asesor técnico de Clean Arctic Alliance. Cambio climático: El impacto del transporte marítimo en el Ártico. https://www.ecoticias.com/
