Vicente Nápoli tiene 60 años en el Puerto de Montevideo y asegura que hay “una política de exterminio” que deja a algunas empresas caminando por la cornisa. Como ejemplo de ello menciona a su empresa familiar, Dervalix, que el año pasado ganó la licitación para prestar el servicio de frío en las áreas públicas y nunca pudo funcionar normalmente. “Se licitó un área para brindar servicio de frío a contenedores reefer en el Puerto de Montevideo y luego (la ANP) autorizó a otra empresa a enchufar contenedores en zona de transferencia pagando un cánon mucho menor y con requerimiento de seguridad e inversión mucho menos exigente”, aseguró. Nápoli hizo hincapié en que “contra eso no se puede competir. Solo presentarse con una oferta máxima en las tres licitaciones anunciadas y de esa manera lograr no tener competencia”. “Somos la única empresa uruguaya que queda en el puerto, y con estas decisiones se quedarán sin ningún representante del país”, agregó. El empresario destacó que los problemas se presentaron desde el momento en que se autorizó a la empresa chilena Montecon a utilizar unos equipos móviles que les permite prestar el servicio de frío en diferentes lugares “porque ellos tienen el uso de todos los espacios públicos, aunque no tengan ninguna concesión real, porque se llamó a licitación una vez y la perdieron. A pesar de ello, al permitirsele usar los equipos móviles ellos solucionaron su problema”. “En el puerto hay lo que se llama zona de transferencia, y como ellos tienen todo el puerto, cuentan con zona de transferencia en todas partes”, subrayó. Por último, Nápoli advirtió que Dervalix tiene mucho equipamiento, gastó una fortuna de plata y es la única empresa uruguaya que queda en el Puerto, pero hay una “ingienería” que quiere favorecer a la multinacional. http://www.republica.com.uy
