El Ministerio de Defensa de España autorizó la fase de definición del nuevo buque de inteligencia de la Armada, un proyecto que estará a cargo de Navantia con un presupuesto de 14 millones de euros y una duración de once meses. Esta etapa corresponde al desarrollo de la ingeniería previa y definición técnica de la futura unidad, que sustituirá al veterano Alerta (A-111) tras más de tres décadas de servicio.
El nuevo buque se enmarca dentro del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa 2025-2031, y forma parte del proceso de modernización de las capacidades navales españolas en el ámbito de la inteligencia marítima y electrónica.
Según trascendió, la embarcación se integrará dentro de la familia de los Buques de Acción Marítima (BAM), en su variante de inteligencia (BAM-AGI), y contará con sistemas avanzados para guerra electrónica, ciberdefensa, interceptación y análisis de señales (SIGINT/COMINT), así como la capacidad de operar drones integrados para ampliar su alcance de vigilancia y reconocimiento.
El proyecto también tiene un importante componente industrial y tecnológico, ya que reforzará la carga de trabajo del astillero de Puerto Real (Cádiz) y consolidará a Navantia como referente en el desarrollo de plataformas navales de alta complejidad. Aunque aún no se ha revelado el presupuesto total ni el cronograma de construcción, esta primera fase permitirá definir las características técnicas y operativas del nuevo buque, previo a su diseño completo y posterior ejecución.
Con este paso, España avanza hacia una nueva generación de unidades de inteligencia naval, capaces de enfrentar los desafíos tecnológicos y estratégicos del entorno marítimo actual.
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