La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE), tiene previsto presentar una propuesta formal para avanzar en la ratificación del acuerdo de libre comercio con el Mercosur antes de que finalice el verano en el hemisferio norte, lo que corresponde al invierno en América del Sur. Así lo confirmó este jueves el portavoz de comercio del organismo, Olof Gill, quien aseguró que el proceso de revisión legal del texto «está en curso» y se realiza de manera «minuciosa».

Gill destacó que la Comisión mantiene un diálogo constante con los Estados miembros para resaltar “las clarísimas ventajas” del tratado, tanto en términos económicos como geopolíticos. “En un mundo inestable, las asociaciones con aliados confiables y reglas claras son más valiosas que nunca”, remarcó.

El acuerdo comercial entre la UE y los países fundadores del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— fue anunciado como finalizado el 6 de diciembre de 2024, después de más de veinte años de negociaciones. Si se ratifica, se convertirá en uno de los tratados de libre comercio más amplios del mundo, abarcando una población combinada de más de 700 millones de personas.

No obstante, su aprobación definitiva aún enfrenta resistencias dentro de la propia Unión Europea. Francia continúa siendo uno de los principales opositores, aludiendo preocupaciones ambientales y riesgos para su sector agrícola. Esta semana, la ministra de Agricultura francesa, Annie Genevard, reiteró su rechazo, asegurando que el tratado “era malo ayer y lo sigue siendo hoy”.

En contraposición, países como Finlandia y Suecia respaldan la ratificación del pacto, al considerarlo una herramienta estratégica clave frente al avance del proteccionismo y las tensiones comerciales internacionales. La canciller finlandesa, Elina Valtonen, subrayó: “Debemos aplicar plenamente el acuerdo que acaba de ser negociado”.

Desde el punto de vista económico, el tratado apunta a reducir aranceles, facilitar el acceso a mercados y fomentar la cooperación entre ambos bloques. Para los países sudamericanos, representa una puerta de entrada a uno de los mercados más desarrollados del planeta; para Europa, ofrece la posibilidad de diversificar sus proveedores estratégicos en una región rica en recursos naturales.

El acuerdo aún debe ser ratificado por los parlamentos nacionales tanto de los Estados miembros de la UE como de los países del Mercosur. Mientras tanto, la Comisión Europea insiste en que, en un escenario internacional cada vez más volátil, avanzar en su implementación no solo es beneficioso, sino también necesario para fortalecer la estabilidad y el comercio entre socios estratégicos.

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