Acusan incumplimiento de la ley de Puertos y la ineficiencia de la autoridad portuaria. “Ya pasó casi un mes, en que nos reunimos el 20 de noviembre con el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi y el directorio de la Administración Nacional de Puertos (ANP) [De Uruguay], en donde hubo una suerte de solución parcial a la demora en la operativa de los barcos paraguayos, unos cuantos ‘parches’ y una resolución asumiendo una parte de los gastos terrestres (ocasionados por el traslado de los contenedores entre terminales) en el puerto de Montevideo, pero el tema persiste”. La afirmación corresponde al presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFM), Juan Carlos Muñoz en díalogo con MundoMaritimo, el representante gremial integró una delegación de operadores públicos y privados, liderada por el director general de Comercio Exterior de la Cancillería, Didier Olmedo, que viajó a la capital uruguaya para resolver la contingencia. Por entonces, el congestionamiento se había prolongado 15 días, había afectado a un grupo de 15 buques y más de 2.000 contenedores con productos para exportación e importación.
“Continuamos con una situación similar. Hoy no son 15, pero son 6 los barcos retrasados. Hay contenedores con mercadería de venta estacional que no van a llegar para fin de año y eso es una enorme pérdida económica”, se lamentó Muñoz. “Hay una buena cantidad de colegas que están pasando gradualmente su operativa al puerto de Buenos Aires. En una entrevista que tuvimos en el mes de mayo último con el ministro Rossi y las autoridades portuarias ya les habíamos advertido que si no tomaban las medidas adecuadas la operativa en Montevideo iba a llegar, inexorablemente, este colapso”, sentenció. Muñoz señaló que “las autoridades salen al exterior a promocionar a Uruguay como país hub para las cargas del interior del continente, pero la realidad es muy distinta y te golpea con una administración muy ineficiente. Nosotros somos una parte de la cadena logística, pero esto conspira en contra del futuro, incluso del puerto de Montevideo”. Juan Carlos Muñoz también fue crítico respecto a Montecon, firma que opera contenedores en las áreas públicas del puerto y a Terminal Cuenca del Plata, especializada en contenedores cuyo 80% pertenece a la belga Katoen Natie y el 20% al estado uruguayo. En este último caso, señaló que la terminal trabaja a menos del 50% de su capacidad y eso obedece a la escalada de las tarifas, constatada desde 2015, lo que provocó el alejamiento de algunas líneas marítimas. En el caso de Montecon, Muñoz consideró que “tomó muchos más compromisos de lo que es capaz de atender. No puede justificar la ineficiencia de su sistema debido al aumento de los volúmenes. En América Latina tenemos puertos que manejan 5 millones de TEUs al año, como (es el caso del colombiano) Cartagena, que es exclusivamente de transbordo y no se arman estos líos”. El máximo representante de los armadores fluviales y marítimos paraguayos incorporó a la descripción anterior dos aspectos adicionales que, a su entender, agravaron la situación: la conflictividad sindical (de los trabajadores de Montecon) que motivó una “baja de la productividad” y la “falta de firmeza en la actuación de la autoridad de aplicación”, es decir, la ANP. Muñoz señaló que no se cumple la Ley de Puertos (número 16.246) que en uno de sus “artículos que establece” que buque que entra, termina la carga. “Cuando ingresa un buque oceánico, queda afuera el fluvial, entonces ¿a qué estamos jugando?, ¿pretenden que nosotros asumamos todos los gastos de la ineficiencia?”, expuso. Ante este panorama, Muñoz dijo que el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos redactó un detallado informe sobre la situación de la operativa de los buques paraguayos en Montevideo que fue entregado a representantes de Cancillería en una reunión que tuvo lugar en Asunción el pasado viernes 15. Por MundoMarítimo
