Las gremiales empresariales del sector pesquero mantuvieron este miércoles una reunión con autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), sin lograr avances significativos en el conflicto que atraviesan con el Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Mar y Afines (Suntma). Tras el encuentro, la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU) emitió un duro comunicado en el que acusó al sindicato de tener como “verdadero interés” la destrucción de la pesca costera nacional. La gremial empresarial denunció que el Suntma “no escucha razones, miente y se contradice”, y sostuvo que el sindicato actúa sin considerar el impacto del conflicto sobre el personal de plantas, servicios de carga y descarga, ni sobre la pérdida económica para el país.

Uno de los puntos de fricción es el pedido del Suntma de incorporar un tripulante adicional a los barcos. Según la CIPU, esa exigencia “no es viable” y responde a una estrategia de presión. Además, la gremial cuestionó lo que considera un “incumplimiento del convenio firmado”, lo cual —afirman— afecta la institucionalidad de las relaciones laborales y compromete la confianza de inversores. En su declaración, la CIPU negó que haya existido un lockout patronal y explicó que la industria estuvo parada inicialmente por condiciones impuestas por el gobierno que hicieron inviable la actividad, y luego por una paralización del sindicato en plena zafra. Según sostienen, durante ese período se exigía un aumento salarial del 18% en dólares. Por último, los empresarios pidieron al gobierno que otorgue un seguro de paro especial para el personal de planta, e instaron a que «prime el sentido común y la responsabilidad». En un mensaje directo a los trabajadores del mar, señalaron que “la única solución real debe surgir desde adentro”, alentando a que los propios marineros se aparten de las “posturas radicales” del sindicato.

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