El astillero australiano Incat, líder mundial en la fabricación de catamaranes de alta velocidad, presentó los diseños de sus construcciones número 102 y 103: dos gigantes eléctricos de 129 metros de eslora, encargados por la compañía danesa Molslinjen para operar en la ruta del Kattegat, entre Jutlandia y Zelanda.
Cada buque estará impulsado por un sistema de baterías de 45.000 kWh, capaces de llevarlos a una velocidad de 40 nudos (más de 70 km/h), con capacidad para 1.500 pasajeros y 500 automóviles. A su entrega, se convertirán en los catamaranes de cero emisiones más grandes de Europa, eliminando miles de toneladas de CO₂ al año.
El proyecto forma parte de la mayor electrificación marítima del mundo, que podría ampliarse con un tercer barco similar. En total, la inversión, que incluye también infraestructura portuaria y sistemas de almacenamiento de energía, se estima en más de 500 millones de dólares.
El primero de los catamaranes llegará a aguas danesas entre 2027 y 2028, marcando un antes y un después en la transición energética del transporte marítimo. Según Incat, estos buques no solo consolidan su liderazgo tecnológico desde Tasmania, sino que además “representan un punto de inflexión para la industria naval global”.
Con este proyecto, Dinamarca avanza en su meta de descarbonizar sus rutas marítimas y, al mismo tiempo, refuerza el papel de Sudamérica y Oceanía como actores clave en la innovación verde del transporte internacional.
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