Imagina gigantescas esferas de hormigón sumergidas a cientos de metros bajo el mar que funcionan como baterías naturales. Esto es justo lo que está desarrollando un equipo de investigadores del Instituto Fraunhofer en Alemania con su innovador proyecto llamado StEnSea (Stored Energy at Sea, o Energía Almacenada en el Mar).
¿Por qué bajo el mar?
El objetivo de esta tecnología es aprovechar la presión del agua a grandes profundidades para almacenar energía renovable de manera eficiente y sin ocupar espacio en tierra. Las esferas, que miden unos 9 metros de diámetro y pesan cerca de 400 toneladas, se hunden entre 600 y 800 metros bajo el agua, donde la presión es tan fuerte que puede mover turbinas para generar electricidad.
¿Cómo funciona este “banco de energía” marino?
El sistema es ingenioso y sencillo: cuando hay exceso de energía renovable (como la solar o eólica), se usa esa electricidad para bombear agua fuera de la esfera, almacenando energía potencial. Cuando hace falta electricidad, se deja entrar el agua de nuevo, y al entrar mueve turbinas que generan energía limpia. En otras palabras, la presión del mar es la llave para almacenar y liberar energía cuando la necesitamos.
Ya probado y con futuro prometedor
Este sistema fue probado con éxito en el lago de Constanza, y en 2026 está previsto instalar un prototipo frente a la costa de Long Beach, California. Aunque pequeño, este modelo podrá generar medio megavatio, suficiente para abastecer un hogar estadounidense durante aproximadamente dos semanas. Pero lo más interesante es que se planean esferas mucho más grandes, de hasta 30 metros de diámetro, capaces de almacenar mucha más energía y con costos estimados muy competitivos (alrededor de 5 centavos de dólar por kilovatio-hora).
¿Por qué es importante para Alemania?
Aunque no lo parezca, Alemania es uno de los países que más invierte en energía solar, especialmente en autoconsumo. Sin embargo, enfrenta un problema conocido como Dunkelflaute: momentos largos sin viento ni sol que dificultan el suministro eléctrico. Ahí es donde este sistema puede actuar como un “amortiguador”, guardando energía en los momentos de sobra para liberarla cuando falta.
Ventajas frente a las hidroeléctricas tradicionales
A diferencia de las plantas hidroeléctricas convencionales, que necesitan montañas y grandes reservas de agua dulce, esta tecnología es modular, adaptable y puede instalarse en cualquier costa. Además, permite aprovechar la electricidad cuando es más barata para luego venderla cuando la demanda sube, una ventaja económica para el sistema eléctrico.
Un vistazo al futuro: ¿qué puede lograr esta tecnología?
Los investigadores creen que apenas estamos viendo el comienzo. Si se implementara a gran escala, el almacenamiento submarino podría cubrir la demanda energética anual de 75 millones de hogares en Europa. Eso sí, habrá que seguir estudiando cuidadosamente su impacto ambiental, para asegurar que proteger los ecosistemas marinos mientras avanzamos hacia un futuro más sostenible.
Visión Marítima