A más de dos meses del inicio del nuevo período de gobierno, el Ministerio de Defensa Nacional aún no ha designado al nuevo comandante en jefe de la Armada Nacional, tras la salida del almirante Jorge Wilson el pasado 28 de febrero, generando así una situación de incertidumbre en la cúpula Naval. La falta de nombramiento mantiene a la fuerza bajo una encargatura de despacho, una modalidad prevista para situaciones excepcionales y de corta duración, que no otorga las atribuciones plenas del mando natural.
La situación motivó un pedido de informe parlamentario, presentado por el senador Javier García ante la presidenta de la Cámara de Senadores, Carolina Cosse. En el documento, García expresó que la falta de definición “genera una situación irregular” que afecta “la estabilidad” de la Armada Nacional. Desde el cambio de autoridades, la ministra de Defensa, Sandra Lazo, ha evaluado posibles candidatos para ocupar el cargo. Uno de los nombres considerados es el del contralmirante José Luis Elizondo, actual prefecto nacional naval. Egresado en 1988, Elizondo tiene 60 años y es el oficial de mayor edad entre los actuales contralmirantes, un factor que suele influir cuando no hay un candidato con consenso pleno. Sin embargo, su eventual designación presenta desafíos legales que, según fuentes consultadas, podrían derivar en nuevas complicaciones para la fuerza naval, que en los últimos años ha enfrentado cuestionamientos por casos de presunta corrupción.
La incertidumbre sobre la sucesión mantiene en expectativa a los oficiales de mayor rango dentro de la Armada, especialmente a quienes figuran como posibles candidatos al cargo.
Visión Marítima