En zona por la que transitará el ferrocarril hay erigido un galpón de la empresa Lobraus.
La continuidad del megaproyecto logístico en el puerto de Montevideo a cargo de la empresa Lobraus estaba en duda luego de recibir varias observaciones de las autoridades. Es que el emprendimiento no cumplía con las exigencias requeridas y se vencían los plazos. Pero, cuando todo hacía prever que se revocaría el permiso, y por tanto caería el proyecto, a la compañía le cambió la suerte con la ayuda indirecta de UPM.
Lobraus Puerto Libre instaló su casa matriz en Uruguay en 2006. En ese momento presentó un megaplan para construir un centro logístico que incluía un edificio de 22 pisos. Luego de años de idas y vueltas, en 2013 la Administración Nacional de Puertos (ANP) resolvió adjudicarle la concesión del área solicitada, por 30 años, con la obligación de construir ese complejo. Sin embargo, actualmente, ese superemprendimiento no es más que un galpón erigido dentro del recinto portuario.
Mientras, se proyecta que la producción de la nueva pastera que se instalará en Durazno llegará en tren hasta el puerto de Montevideo para ser exportada. Para eso UPM dispondrá de un depósito especial de su celulosa dentro del puerto. Y así es como se gesta el golpe de suerte para Lobraus: porque su galpón (y el complejo anunciado y todavía no comenzado) está en una zona por la cual deberá circular el tren con la producción de la nueva planta de la empresa finlandesa. Por eso, ahora se busca la reubicación del proyecto.
Este año, el gobierno comenzó a mirar más de cerca a la empresa, ante los constantes incumplimientos en el desarrollo de la torre de 22 pisos.
En mayo, el ministro de Transporte, Víctor Rossi, compareció ante la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados para dar explicaciones sobre el proyecto logístico.
El jerarca no ocultó su preocupación, luego de intervenciones del diputado del Partido Nacional Jorge Gandini con cuestionamientos a la propuesta, a los retrasos y al hecho de que solo se construyó un galpón.
Rossi sostuvo: la situación de la compañía “es un proceso que nos preocupa, porque lo vimos nacer y estamos bastante atentos al desenlace que se apresta a tener en poco tiempo”. Y aunque matizó que “nada indica que no empiecen por el galpón; es más, es hasta lógico que comiencen por ahí”, reconoció que esa estructura “tiene problemas y no se ajusta estrictamente al proyecto original”.
En ese marco, el directorio de la ANP, en su reunión del miércoles 5 de julio, resolvió intimar a Lobraus a presentar información adicional sobre su proyecto.
En primera instancia, el plazo concedido fue de 20 días. La empresa aportó más documentación y continuó corriendo el tiempo.
El presidente de la ANP, Alberto Díaz, dijo a El Observador que el proyecto “seguía mereciendo observaciones, con lo cual se le había vuelto a otorgar un plazo perentorio para subsanarlo”. De hecho, esa intimación había sido “bajo apercibimiento de iniciar los trámites de rescisión” del emprendimiento.
Pero en medio de ese proceso, el directorio de la ANP recibió una comunicación oficial sobre el nuevo trazado de la vía férrea dentro del puerto de Montevideo y así todo cambió para Lobraus.
Entonces, las autoridades portuarias convocaron a directivos de la compañía para una reunión,que se realizó el miércoles 11 de este mes. ”Allí le indicamos a la empresa que momentáneamente suspendíamos el plazo que le habíamos otorgado”, explicó Díaz.
“Ahora se está trabajando en la salida acordada del proyecto buscando un lugar dentro del puerto donde poder ejecutarlo. Si se quiere hacer lo mismo hay que correrlo de lugar”, agregó.
Durante el encuentro, los representantes de la compañía de origen brasileño señaló que seguían interesados en desarrollar el centro logístico y quedaron en presentar la reformulación del proyecto. Díaz, en tanto, expresó que se mantendrán los metros cuadrados que figuraban originalmente en la concesión y a cambio, se solicitó a Lobraus que cumpla con la inversión comprometida y el proyecto original.
A pesar de los cambios y la nueva circunstancia que se planteó a raíz del trazado de las vías férreas para la pastera, el presidente de la ANP informó que la definición de Lobraus no puede demorar. “Todo esto tiene que quedar resuelto en no más de 20 días”, afirmó.
