Delegados en comisiones administradoras río de la Plata y río Uruguay.

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Por C/N  Yamandú Flangini

En estos días han puesto en vidriera pública, un primer nominado como Delegado en CARU. Con la aparición de este nombre, la selección de integrantes de las Delegaciones en estas Comisiones, parecería continuar siendo por cuota política, para cumplir con compromisos partidarios, con aquellos que no hubieran obtenido cargos electivos. O sea, utilizar cargos para cumplir compromisos políticos, bien remunerados, a nivel de 8500 dólares mensuales y más.

Se suma a esta designación privilegiada, la potestad irrestricta de nombramientos de funcionarios por amiguismo o partidarismo, con que contará el designado,  con salarios de ópera en dólares, atendiendo favores personales.

Salarios  cuyos montos se lo auto imponen esos designados, lo que al presente, tienen aspecto de indecencia, de abuso, de irresponsabilidad.

Se ha llegado a sustituir la participación directa de  expertos y técnicos de organismos del Estado, en materias vinculadas, por nombramientos directos de personal, lo que aumenta esa planilla generosa, partidaria, amiga.

Las Comisiones fueron concebidas para que participaran  conocedores, expertos, profesionales, del río, vinculados en las materias en que se desempeñaran en organismos del Estado, a las competencias establecidas en esos Acuerdos, para las Comisiones.

Por ej. por actividades en lecho del río, por explotación o dragado técnico, experto del MTOP, por forestación de las Islas, experto del MGAP, por navegación, seguridad, policía, etc. Armada, por organismo internacional, MRREE. Nunca por cuota de políticos sin asiento.

Esta modalidad, hoy exagerada, abusada, produce situaciones que merecen ser analizadas, y ante las cuales, deberá seleccionarse aquellos que realmente estén capacitados en la tarea, y no los que procuren sillas bien remuneradas como compensación, a lo que suman designaciones tan inservibles como abusivas.

Será desilusionante, que un Gobierno de esperanza, como el presente, caiga nuevamente en permitir estos procedimientos.

Peor aún, cuando estos relegados de la política, buscan escenario para destacar sus virtudes, y toman iniciativas para mostrar su relegada capacidad, y emprenden costosas aventuras la mayoría tan innecesarias como frustrantes. Quien no conoce el río, difícilmente puede concebir soluciones reales.

Me impone destacar lo dicho, no un deseo de participar, ni la búsqueda de un nombramiento, que más que no desearlo, por razones de edad, ni podría cumplirlo.

Rechazo que el logro de un esfuerzo patriótico en ambos Acuerdos, que se alcanzó por empeño, honestidad de proceder y esfuerzo profesional, con el solo objetivo de lograr consolidar derechos soberanos del País, sea utilizado para dar privilegios inmerecidos, nacidos en ambiciones subalternas como una especie de compensación o limosna politiquera.

 YEF 

 Nota: * (Promotor, redactor y negociador del Tratado del Río de la Plata, del Estatuto del Río Uruguay, Delegado ante NNUU en Convención del Mar, Experto en temas marítimos y, de soberanía y límites, ex titular de DINARA)

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