SECTOR MARITIMO FLUVIAL y LACUSTRE

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Por Yamandú Flangini

Las referencias a temas de este sector, leídos los planes de Gobierno de las principales fuerzas políticas, se muestran como poco profundas, sin considerar puntos reales de interés, e incluyendo figuras prácticamente irrealizables. No se encuentran ponencias sobre el sector pesquero, tanto el de altura, como el artesanal, ni mención a la cría de peces (piscicultura) cuyo desarrollo es promovido desde la FAO y ha tenido éxito tanto económico como de alimento humano en varios países. Una ley de fomento, como en su momento dio lugar al desarrollo forestal, permitiría crear una fuente de empleos y de alimentos sanos y de bajo precio. No se encuentra directivas sobre vías navegables, tan necesarias en nuestro caso, en que los mayores puertos se encuentran sobre ríos de navegación restringida, a ser realizada por Canales. Ni la atención sobre las Comisiones del Plata y del Río Uruguay, en sus actividades convertidas en organismos de resolución casi autónoma, donde no se conocen sus resultados económicos, el destino de sus fondos, y la necesidad de crear organismos de iguales cometidos que los ya existentes a nivel nacional. El manejo de fondos de recaudación en forma independiente y por decisiones internas, aparece como una descentralización no coincidente con planes generales de la República. La designación en estas comisiones de personas vinculadas solo como partidarias políticas, sin experiencia, ni conocimientos de las áreas de aplicación, han demostrado una conducción tan errónea como de descuido a sus objetivos soberanos. La coordinación de transportes no está planteada, do dando pautas de hacerlo, con la necesidad que ello implica, desde el punto de vista económico y de mejor aprovechamiento de todo tipo de recursos. No existe ninguna definición sobre la dirección de todo lo relativo al ambiente acuático en una sola Dirección, evitando la dispersión en varios organismos del Estado, no previendo la conveniencia de ejecución de una sola directiva emanada del Poder ejecutivo. Ello conlleva a la duplicación y más de iguales cometidos, con el consiguiente gasto innecesario e ineficaz. No existen previsiones de centralizar las gestiones de la conducción de preparar, analizar, y llevar a cabo, acuerdos regionales e internacionales, imprescindibles en el medio acuático, en las más diversas materias que abarca. Sin conocer que se puede ofrecer, atender a propuestas, difícilmente se podrá participar en organismos internacionales, e incluso propiciar obras de infraestructura portuaria, p.e., en nuestro territorio al servicio de la región, un ideal de muy alta conveniencia para el país. En lo referente a seguridad, no se hay propuestas sobre la seguridad en aguas nacionales, custodia de soberanía, sus recursos y su participación en Acuerdos Internacionales sobre recursos y otros usos del Mar. En estos pocos ejemplos, existe la sensación que se seguirá de espaldas al mar. Yamandú Flangini – (Para UVM)

Nota: * (Promotor, redactor y negociador del Tratado del Río de la Plata, del Estatuto del Río Uruguay, Delegado ante NNUU en Convención del Mar, Experto en temas marítimos y, de soberanía y límites, ex titular de DINARA)

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