El 26 de enero se conmemoró el día mundial del Pescador y desde CARU se llevaron adelante diversas acciones para conmemorar a quienes cada día eligen el río Uruguay para llevar adelante su labor. La Comisión Administradora del Río Uruguay desarrolla actividades de investigación en el “Programa de Conservación de la Fauna Íctica y los recursos pesqueros del río Uruguay”. En relación a este programa y al uso sustentable del recurso, el organismo acompaña la actividad durante todo el año, desde las Fiestas regionales con auspicios, promoción de recetas a base de pescado, charlas y en este caso al lado del pescador mismo. El pasado viernes 26 de enero, en el marco de dicha conmemoración, CARU realizó un sorteo entre todos los pescadores que colaboran año a año con el organismo en las investigaciones relacionadas. Entregando dos premios para pescadores de la orilla uruguaya y dos para la orilla argentina. Resultaron favorecidos: Fabio Galli (Concordia), José Barboza (Paysandú), Américo Salas (Concepción del Uruguay) y Eduardo Pinedo (Fray Bentos). Los premios entregados consistieron en elementos de seguridad para la realización de sus tareas (salvavidas reglamentarios, botiquín de primeros auxilios), además de libros informativos de peces y aves del río Uruguay. Fueron entregados por la Bióloga a cargo del proyecto, Mariel Bazzalo y los delegados de la Comisión, Eduardo Caminal en Concordia y Juan Ruiz Orrico en Concepción del Uruguay junto al Secretario Técnico, Marcos Di Giuseppe; mientras que en Paysandú acompañó el adjunto del Secretario Administrativo, Fernando Rodriguez.
La palabra de los pescadores
“Desde los 14 años soy pescador, primero salía mi papá y después yo lo acompañaba. Aprendí también a construir los botes y soy el constructor de los botes de todos los pescadores de acá”, relata Fabio Galli con un gran orgullo, rodeado su familia y de amigos de la Cooperativa de Pescadores que lo acompañaron. Por su parte, el sábado en la zona del Puerto de Concepción del Uruguay, recibió su premio Américo Salas. Con mate de por medio, al lado de su hijo contaba: “empecé a pescar a remo, dos horas o siete horas, todo a remo. Ahora pesco con mis dos hijos, ellos siguen la herencia, aunque ahora es más fácil, con motores y todo. Por ejemplo nos levantamos a las dos o tres de la mañana para llegar con el pescado fresco que es como le gusta a la gente”. Mientras tanto, el lunes CARU llegó hasta la casa de José Barboza en Paysandú: “En busca de ayudar a un amigo empecé con la pesca artesanal, yo no sabía nada y me enseñaron todo y hace ya doce años que estamos en esto. Tenemos dos embarcaciones y cuatro personas que andan trabajando, además de todo el apoyo de la familia atrás que cuando aparece el pescado llegan a limpiar y acomodar rápido”. http://www.elentrerios.com
