Un pescador submarino y buzo neozelandés estaba pescando con unos amigos cerca de la costa de Northland (Nueva Zelanda) cuando fue atacado por un tiburón mako de más de dos metros de largo.
Kevin Lloyd, de 24 años de edad, logró escapar de los dientes del tiburón apuñalándolo en la cabeza y metiéndole los dedos en los ojos, mientras que su amigo agarraba el animal por la cola. El depredador mordió la pierna y la mano de Lloyd, pero el joven logró escapar del peligroso encuentro. La herida en su mano requirió 10 puntos de sutura, pero debido a la naturaleza de la herida de su pierna, y la alta probabilidad de infección, los médicos decidieron no suturarla y dejar que se cure con el tiempo. “Tuve mucha suerte porque mi amigo estaba allí. Creo que hubiera sido mucho peor si él no hubiese estado”, dijo Lloyd a NZ Herald. https://mundo.sputniknews.com
