En 2017 las exportaciones uruguayas a ese mercado fueron de US$90 millones y las importaciones de US$118 millones. “La estrategia comercial óptima de un país de las dimensiones de Uruguay es la apertura comercial, y una forma de avanzar en ese camino es por medio de la concreción de acuerdos de última generación como el firmado con Chile”, sostiene el documento “Tratado de Libre Comercio Uruguay-Chile”, elaborado por el Departamento de Comercio Internacional de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay y al que accedió MundoMarítimo.
La organización, que nació en 1867, vela por el interés del comercio, los servicios y el sector empresarial privado en general. En su sitio web afirma que, en la actualidad, reúne a 120 gremiales y 15.000 empresas nacionales. En octubre de 2016 Uruguay y Chile suscribieron un nuevo Tratado de Libre Comercio (TLC) que profundiza el régimen ya existente entre ambos países en el Acuerdo de Complementación Económica número 35. La cámara lamentó que, a dos años de su firma, este nuevo tratado aún no ha entrado en vigor, en parte, debido a la no aprobación por el Parlamento uruguayo. Ante esto, la institución reclama el análisis de las novedades que incorpora el tratado y las oportunidades que significan para el país. La institución considera que el tratado “debe ir acompañado del desarrollo de políticas internas cuyo principal objetivo sea impulsar la competitividad de las diferentes actividades económicas”. “Esto —asegura—, garantizará el buen aprovechamiento de los aspectos negociados en los distintos capítulos del documento”. La cámara entiende que el Tratado de Libre Comercio con Chile permitirá a Uruguay avanzar hacia un mayor acercamiento al bloque comercial Alianza del Pacífico, que funciona como puerta de ingreso a la región de Asia Pacífico por medio de la participación de las empresas a los nuevos procesos globales de fragmentación de la producción. La institución recordó en materia de balanza comercial, que en 2017 las exportaciones uruguayas a ese mercado alcanzaron los US$90 millones y las importaciones ascendieron a los US$118 millones por lo que el saldo comercial fue deficitario en US$28 millones. Los productos uruguayos más exportados el año pasado fueron: la carne bovina congelada y refrigerada (30%), el arroz (5%), y los agentes de superficie orgánicos (5%). Por su parte, los principales productos chilenos importados en el período fueron: filetes de salmón (13%), vinos de mesa (4%) y alambres de cobre (4%). El documento advierte que un elemento de fuerte dinamismo en la economía uruguaya y en la relación bilateral ha sido el desarrollo del comercio de servicios no tradicionales como el software. En ese sentido, las exportaciones de servicios no tradicionales de Uruguay al mundo, que en 1990 representaban sólo el 2% de las exportaciones totales, ascendió a 21% en 2015. www.mundomaritimo.cl